Algunas veces sólo emanan a nivel del pensamiento. Los callas, no los dices a nadie, pero cargas con esa sucia culpa de haberles engendrado. Otras veces logran pasar el filtro de las buenas costumbres. Agarras valor y los das a luz en la red mundial a través de tus manos. Al fin y al cabo eres uno de millones ¿Que probabilidad hay de que tu nefasto comentario mate a alguien?. Era mas probable que te matara a tí por contenerlo.
El peor de los casos sería un aborto.Lo sueltas de forma inesperada y terminas marginado, rechazado, en un rincón de la regadera deseando que no hubiese sucedido nunca.
Esta época en la que todos tienen derecho de opinar, de defenderse, de ser quien quieras ser. Nuestro alrededor te ha convencido de que debes mostrarte al mundo. Hacer valer tus opiniones. Todo es válido, mientras se trate de sentirte bien a través de la imagen que proyectas a los demás. Ya sea que quieras verte cómo el mas crítico luchador social. El amigo mas informado y consciente de la situación del país, el más compasivo y misericordioso, o el mas atrevido que lo suelta todo sin pensar.
Últimamente no tengo que demostrar nada, prefiero guardar silencio en las conversaciones. Les observo y les detesto. Les detesto porque me veo a mi misma tratando de mostrarme interesante, crítica, sabionda, conocedora ¡No vayan a confundirme con un ignorante nefasto! (aunque en verdad sí lo sea).
Esta mañana veía el vídeo que compartió el Senado de la República, donde Ana Guevara(ex-atleta mexicana ganadora de medalla olímpica), narraba la agresión que sufrió por cuatro hombres durante un atasco. Días antes había visto los encabezados de la noticia, pero un pensamiento nefasto me trajo un sentimiento apático al titular:
-¡Ah!, La golpearon. Claro es una Senadora, por eso el show mediático. Hay muchas otras golpeadas y nadie le importa.
Ante la insistencia de las redes, hice el famoso clic. Debo confesar que en algún momento sentí un nudo en la garganta al verle llorar. Pasé de la apatía a la empatía. A las otras golpeadas no las veo y las ignoro. Se que existen, pero se quedan en el olvido. El hecho de que sea "Ella" una figura pública ha movilizado a todo los cuerpos policíacos para encontrar a los culpables. Se abre una oportunidad para demostrar que la ley si cumple. Castiga. Pero a uno de cada cinco casos de agresión ¿será?
Durante la reproducción del vídeo, comenzaron a actualizarse miles de opiniones. Muchas de ellas sonaban igual de nefastas que mi pensamiento anterior. Incluso me vinieron otras nefastadas a la mente
-¿Quien le manda ir en moto y rebasar? ¡Que conserve su carril como todos!.. Ella se lo buscó.
-Claro! Es natural si estás en un atasco de horas y viene una moto y te pasa bien concha, ¡Cualquiera se enojaría!
Sólo pude avergonzarme ¿porque estoy pensando así? ¿porqué estamos pensando así?
Estoy viendo a alguien machacado e intento convencerme de que es su culpa. ¿Cómo es posible que estemos tan acostumbrados a justificar las acciones violentas?.
Encontré mas opiniones que hacen juicio de que éste caso salga a la luz pública, en lugar de escandalizarnos de los niveles de intolerancia que cómo seres humanos estamos construyendo. No hay nada normal en golpear a otra persona, aún dentro del pensamiento nefasto de "Ella lo provocó". Se supones estamos en la cima de la cadena alimenticia y nos parece "normal" reaccionar con violencia. A mis cuarenta años, con diversas experiencias de vida. Había llegado a pensar que me encontraba en otro nivel de pensamiento, mas abierta, liberal, tolerante, etc, etc, etc.
Resulta que no, que no es así. Aún queda mucho "nefastez" en mí.
Mi pensamiento esta nefastilizado ¿que me denefastilizará?
El que me denefastilice , un buen denefastilizador será.
¿Les suena? ¡Aquí pueden recordar!







