martes, 19 de febrero de 2019

Día oscuro

Todos los días despierto con la intención de hacer las mil y unas cosas que me rodean. Desgraciadamente la intención no logra dar a luz a la motivación para "ponerme las pilas" y empezar de una vez por todas.

Esas mil cosas comienzan en tonterías mínimas, pasan por la cotidianidad hasta llegar a las cosas serias de la vida como encontrar el sustento económico.

Cualquier cosa es buena para salir huyendo de ellas.

Mi máximo escape: los gatos.

Puedo ocupar todo mi tiempo en ellos, pero al volver siempre estarán esperándome todas esas  cosas de las que huí . Justo ahora un gato maúlla en el exterior ¿dejo esto y salgo con la trampa?, lo capturo, lo llevo al veterinario. Al volver me sentiré cansada; justificadamente puedo seguir huyendo y sentarme en el sofá a esperar la siguiente actividad programada.

Salí muy temprano de casa para capturar un gato. Mientras esperaba por mi "presa" un amigo me enviaba mensajes para preguntar "Como estoy", pensé en mentir, pero no se lo merece. El es honesto conmigo, así que fui honesta. "Estoy atrapada y no se como salir".

¿Se como salir?, creo que si, pero tengo miedo, ¿por donde empiezo a ordenar mi propio caos?.

El gato no cayó, tuve que volver a casa. ¿Por que no ignoré ese maldito "cómo estás"?. Por responder, mi camino se lleno de pensamientos, de ellos no puedo huir. Entonces sentí cómo mi ser, mi día completo se volvía obscuro después de morder un trozo de mi realidad.

Llegué a casa con la mirada perdida, ninguna expresión en el rostro. Cómo una especie de muerto viviente,  me alimento, pero no siento, solo pienso, ¿que hago?. ¡Tanto por hacer!. Podría limpiar, hacer mi curriculum, buscar trabajo, ordenar papeles, arreglar el jardín, correr, salir en bicicleta, tejer, cepillar un gato, curar un gato y ¡mil cosas mas!.  Pero, no hago nada, los pensamientos me tienen prisionera

Un pensamiento me tortura "Necesito generar dinero".  ¿Cómo?,  si estoy atrapada en la oscuridad, no puedo ver las puertas que otros me señalan. Solo quisiera volverme un ovillo, al cabo que "mañana será otro día", otra oportunidad, dicen.

"Apóyate en los demás, estás enferma". ¿Que pueden hacer los demás?, yo creo que no pueden hacer nada, esto es algo mío. Busco el botón que encenderá la luz, pero estoy cavando en lugar de andar.

Mis días son como un préstamo, cada vez que despierto debo mas. Tomo de todos lados para pagar el presente,  por que mas adelante las cosas irán mejor,  pero donde está ¿el mas adelante?.  ¡Tengo que construirlo! No debo continuar en el autoengaño, ¡tengo que dejar de cavar ya!.

No me quedé en casa, algo me saco de ella, ¿adivinan que fué?... Sí, un gato.

Con esa salida me ocupe de algunas cosas cotidianas, como comprar víveres. En mi estado mental, no es una actividad de las mas placenteras, pues otra de "esas cosas por hacer" que constantemente me atormentan, pero mi aversión  a lo cotidiano será tema para otra ocasión.

Días oscuros siempre habrá, hoy no encontré el botón, quizá mañana tenga mas suerte.