Pero hoy se que soy dos, dos tetas.
Ya a estas alturas de mi vida me entra la risa, en otro tiempo ese rancio y falso feminismo "aprehendido" habría desatado la furia de mi volcán.
Pero mi volcán plácidamente duerme.
Tema viejo y trillado.
Varios días transcurrían, el silencio haciendo gala.
Llegó un día especial, el acercamiento era obligado.
Quizá una sonrisa, quizá una charla, quizá una mirada.
Tal vez una canción...os imagináis un baile?
Mas tradicional: quizá un beso "robado".
Mas morboso: quizá un manoseo cahondo.
Pero no, todo fue más sencillo: una mano en mi teta...y luego en la otra.
Mi volcán rio divertidamente...y continuo plácidamente durmiendo.
Y fin de la historia.
Ja
Ja
Ja