Amanecer furioso

¿Alguna vez te pasa que te levantas y todo te enfurece?

En mi caso, hay mañanas que no es que todo me enfurezca; pero algunas cosas que tienen que ver con el individuo que duerme plácidamente a mi lado, hacen que salga de casa con "cara de pedo".

En menos de 2 horas vivo un conjunto de escenas que pueden parecerles familiares; pero para mi, la señora de los desbordes, me resulta imposible ignorarles, son un atentado contra mi orden, sentido de responsabilidad y conducta.

P R I M E R   A C T O :
4:30am, el despertador comienza su alerta.
5:00 am, el despertador continúa con su labor
5:30 am los gatos brincan sobre la cama, tiran el cortinero al suelo, tumban las lampara de la mesita de noche, pelean por las croquetas del perro.
Han montado un parque de juegos en nuestra habitación mostrando su solidaridad al despertador.

Ambos sabemos que debemos levantarnos temprano; debemos salir de casa las 6:25am si Él quiere llegar temprano. Como si fuese un hilo de caña de pescar que lucha contra un pez o una espátula que despega un chicle del suelo o una garrapata bien aferrada a su huésped, logro desprenderme de la cama. Pero no puedo evitar voltear a verle y pensar ¿Porque chingados me tengo levantar yo primero? Si yo no me levanto, el tampoco se levanta, si yo decido no ir a trabajar, el se quedará dormido y me dirá ¿porque no me levantaste?

S E G U N D O  A C T O:
Entro al cuarto de baño para encontrarme que "alguien" no tiró de la cadena por la noche, los pinches miados gediondos toda la noche ensuciando el sanitario que nunca se digna a limpiar.

T E R C E R  A C T O:
En un tapete deslizador formado por gatos, desciendo al primer nivel, conforme me aproximo a la caja de alimento, me rodean, rozan mis piernas y emiten sonido extraños poco parecidos al clásico "miau". En la cumbre de maullidos, descubro que el señor plácido a usado uno de los platos de gato para servir la comida del perro.  Antes de que se pregunten ¿Porque esto es un acto que incita mi furia?, les explico: Su labor es alimentar a los perros por las noches, tiene hasta tres recipientes para servir/llevar la comida del perro, cada noche sube comida para el perro, pero la única que baja los recipientes soy yo. Cuando los recipientes mágicos no están en su lugar, toma uno de los platos de los gatos. Si antes no se tomó la molestia de subir por uno de los recipientes que ha dejado arriba, MENOS se tomará la molestia de bajar el plato que ha tomado prestado.
Entonces, yo la Maga, la que opera mágicamente para que todo esté en su lugar, debo subir por el plato para poder terminar mi labor de alimentación, mientras el sigue en la cama.

C U A R T O  A C T O:
Apenas entro en la habitación, Él se levanta de un salto de la cama y se va directo a la ducha, dejando la cama sin hacer y ganándome la ducha.¿De que privilegios goza para ducharse primero?
Se interpone en mi camino mientras plancho, al peinarme o lavarme los dientes.

Q U I N T O  A C T O:
Con su hipócrita apuro, baja las escaleras corriendo para servirse una taza de café y sacar a un escueto paseo al perro, ni siquiera le acompaña, sólo se queda ahi parado, esperando que el perro cague, pero no se asegura de que esto suceda.

S E X T O  A C T O:
Toma sus cosas, grita "ya es tarde, te espero en el carro" -¿en serio? ¿ya es tarde? ¿apenas te das cuenta?

S E P T I M O  A C T O:
Cierro ventanas, reviso los recipientes de agua, apago las luces que están encendidas,  reviso los seguros de los puertas, guardo la leche (del café) que se quedo en la mesa, activo la alarma.

A C T O   F I N A L:
Me subo al carro con cara de pedo  -¿porque estas enojada?-

Cuestion animal

Con la misma obsesión que él piensa en el sexo, y usa éste como medida para valorar el amor, la amistad, la complicidad, la felicidad y en resumidas cuentas todo en general, con  esa misma obsesión mi mente la ocupan mis dos retoños, que , afortunadamente ya no son tan retoños... pero  son lo que mi mente  ocupa, mi corazón, mi energía, me dan felicidad, me dan satisfacción, me dan vida... son importantes para mi, quizá más de lo que debieran?
Ellos parece que nunca lo van a entender, como yo tampoco nunca podré entender que todo se reduzca a un retozón en la cama, o en cualquier otro lugar.
Coño, que pa algo soy Mamá Rana!