La otra tarde tuve una epifanía! hace un par de meses, años mejor dicho, siento que mi vida camina en cámara lenta, constantemente elogio las cosas buenas y malas, busco sentirme afortunada de sobrevivir cada día y convencerme así de que la vida y yo estamos en paz.
Dentro de ese "coco wash", también tengo mis momentos oscuros, me siento atrapada y sin ninguna motivación para hacer "algo", veo a mi alrededor y nada me parece suficiente.
Por las noches voy a la cama, con el firme propósito de que "mañana será mejor": me levantaré temprano, haré un paseo doble con mis perros(caminar con ambos y trotar con el más activo), cumpliré con todas mis obligaciones matutinas -esas que las amas de casa conocemos muy bien-, finalmente me sentaré en mi viejo escritorio y seré económicamente productiva trabajando en todos mis asuntos laborales.
Al despertar no sucede así, me atrapa una red y me quedo inmovilizada, no limpio la casa, no paseo a los perros, no cocino, no voy al mercado, no pinto las paredes, no arreglo el jardín, no doblo la ropa, no esto, no aquello, simplemente no y no y no.
Me pregunto una y otra vez, ¿Que me pasa? ¿Que me atrapa? me abofeteo y me digo "¡espabila tía! ¡espabila!". Esa tarde descubrí que no hago nada, porque me he convertido en una egoísta insatisfecha, no quiero compartir las "cosechas" de mis acciones, ¿porque alguien que no ha puesto ni el más mínimo riego o labrado debe disfrutarlas?
No siento que mis labores domésticas, mi continuo esfuerzo por ahorrar, mi desgaste por ir y venir, por mantener las cosas en orden, sean apreciadas por el otro habitante de este lugar, no siento aprecio, ni agradecimiento, si no que a veces hasta encuentro hastío y rechazo. Cuando me desbordo en "Yo soy la que hago", recibo un "pues, no lo hagas" y eso fue lo que hice: deje de hacer. Lo malo que en ese dejar me perdí a mí misma, perdí mi motivación e interés, quedé enterrada debajo de todo ese montón de cosas que dejé de hacer.
Me enseñaron que las cosas se deben hacer, porque deben hacerse, aún cuando no te gusten, por eso me debato entre lo que por "obligación" debo hacer, todas esas cosas a mi alrededor que me gritan por atención, pero no quiero que alguien que no sea yo, goce de los beneficios de las "voces" que constantemente me acosan.
Y aunque pareciera que me contradigo, puesto que no soy una persona dispuesta a elogiar cuando alguien hace bien algo que es su obligación, yo si estoy esperando un elogio, agradecimiento o señal de aprecio para continuar, la diferencia está en que todas esas inapreciadas acciones domésticas y de pareja no son obligación mía ni de ninguna mujer ¿Acaso no estamos en pareja para compartir una vida y todo lo que en ella convenga?, porque han de asumir que las cosas suceden en forma mágica misericordiosa (tenerlo aún sin merecerlo).
No soy dios, ni quiero ser un mártir, tampoco espero un homenaje cuando ya no esté aquí; solo me gustaría de vez en cuando recibir un par de palmadas por todos mis actos mágicos que brillan en este escenario llamado Hogar.
Sumérgete en los pensamientos de mujeres de más de 35 años, que en la lucha por contenerlos, en ocasiones terminan desbordadas. Ellas reflexionan desde su vida personal, su vida en pareja, las personas que les rodean, las cosas que detestan, así como los sarcasmos, palabras y comentarios que guardan en su interior.
domingo, 30 de noviembre de 2014
Egoísta de mí
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lunes, 24 de noviembre de 2014
Ínfula fantasmal
De mis múltiples manías y comportamientos que me gustaría erradicar, hay uno que de vez en cuando aflora al mundo y es un poco vergonzoso, porque en realidad no soy nada, ni nada tengo.
De repente me encuentro en un mostrador de una tienda departamental, cafetería, cine, supermercado, en esos sitios donde sueles encontrarte al clásico empleado de mostrador, mal encarado o con pésima intención para atenderte. Suelen torcerte la cara y denotar con su expresión corporal pereza, aburrimiento y un claro "me importa madre lo que necesitas". Algunas veces son chica o chico joven "cara-cuerpo-nice" que pueden parecer tontos, pero mas bien son lo suficientemente inteligentes para hacerse pasar por tontos, logrando evitar una demanda de esfuerzo.
Conozco algunas personas que cuando se topan con personas así, se dirigen de una forma amable, les hacen un cumplido tipo piropo o llaman su atención elogiando alguno de sus atributos físicos, en respuesta obtienen una gran sonrisa y un buen servicio.
En mi caso, me resulta imposible hacer algo así, si han seguido mis "desbordes", ya deben de conocer cuan intolerante soy a situaciones como esta, mi primera reacción(predecible) es:
No es que yo sea una persona déspota que les mire por debajo del hombro, pero cuando algo así me pasa, me sale lo déspota que llevo en mi interior y me envuelve una ínfula sin sentido:
"¡TU! ser humano inferior, ¿no sabes quien soy yo?, con la mano en la cintura gano en un día lo que tu ganas en una semana, soy licenciada con estudios de posgrado en el extranjero, la mejor de mi clase, deberías rogar que te compre algo para que sigas teniendo tu trabajo, no porque me veas en fachas significa que no puedo gastar mucho dinero aquí"
El desvarío puede continuar con un montón de pensamientos humillantes, de los cuales al final la única humillada soy yo, porque por mas títulos, empleos y absurdos fundamentos de mi "ínfulez", ninguno de ellos sirve para nada. Al menos esa persona tiene un trabajo fijo, yo en cambio al ser consultor, vivo en angustia todo el tiempo, no se si llegaré a fin de mes y aunque me encantaría gastar a manos llenas, la verdad es que no puedo hacerlo.
Entonces, toda mi presunción no es mas que un fantasma que me provoca escalofríos ¡¿Que clase de monstruo podría llegar a ser con un poco de poder?! ¿Que gran complejo se esconde detrás de mi intolerancia? Vaya piedra tan grande estoy a punto de lanzar al juzgar a una persona que "mal atiende", sin antes haber visto al monstuo que a veces vive en mí.
De repente me encuentro en un mostrador de una tienda departamental, cafetería, cine, supermercado, en esos sitios donde sueles encontrarte al clásico empleado de mostrador, mal encarado o con pésima intención para atenderte. Suelen torcerte la cara y denotar con su expresión corporal pereza, aburrimiento y un claro "me importa madre lo que necesitas". Algunas veces son chica o chico joven "cara-cuerpo-nice" que pueden parecer tontos, pero mas bien son lo suficientemente inteligentes para hacerse pasar por tontos, logrando evitar una demanda de esfuerzo.
Conozco algunas personas que cuando se topan con personas así, se dirigen de una forma amable, les hacen un cumplido tipo piropo o llaman su atención elogiando alguno de sus atributos físicos, en respuesta obtienen una gran sonrisa y un buen servicio.
En mi caso, me resulta imposible hacer algo así, si han seguido mis "desbordes", ya deben de conocer cuan intolerante soy a situaciones como esta, mi primera reacción(predecible) es:
¿Porqué he de ganarme la atención, si le pagan por atender al cliente?
¿Acaso no es lo que tiene que hacer?
No es que yo sea una persona déspota que les mire por debajo del hombro, pero cuando algo así me pasa, me sale lo déspota que llevo en mi interior y me envuelve una ínfula sin sentido:
"¡TU! ser humano inferior, ¿no sabes quien soy yo?, con la mano en la cintura gano en un día lo que tu ganas en una semana, soy licenciada con estudios de posgrado en el extranjero, la mejor de mi clase, deberías rogar que te compre algo para que sigas teniendo tu trabajo, no porque me veas en fachas significa que no puedo gastar mucho dinero aquí"
El desvarío puede continuar con un montón de pensamientos humillantes, de los cuales al final la única humillada soy yo, porque por mas títulos, empleos y absurdos fundamentos de mi "ínfulez", ninguno de ellos sirve para nada. Al menos esa persona tiene un trabajo fijo, yo en cambio al ser consultor, vivo en angustia todo el tiempo, no se si llegaré a fin de mes y aunque me encantaría gastar a manos llenas, la verdad es que no puedo hacerlo.
Entonces, toda mi presunción no es mas que un fantasma que me provoca escalofríos ¡¿Que clase de monstruo podría llegar a ser con un poco de poder?! ¿Que gran complejo se esconde detrás de mi intolerancia? Vaya piedra tan grande estoy a punto de lanzar al juzgar a una persona que "mal atiende", sin antes haber visto al monstuo que a veces vive en mí.
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viernes, 14 de noviembre de 2014
¡Come caca!
Hay ocasiones en las que no hace falta opinar, con un "Ok" sería mas que suficiente, aunque cuando suelo dar ese "Ok", pueden estar sucediendo dos cosas, no me importa el tema o bien, ya lo razoné, pensé, medité y es mejor "no hablar". Sin embargo, por una extraña fuerza en mi interior, me siento obligada a dar mi opinión, aunque esa opinión pueda llevarme a escarbar cosas del pasado que sacan a flote el "rencor cholo" que atesoro en un recóndito lugar de mi corazón.
Ayer mi amado concubino me escribía un mensaje en FB diciendo:
¡Bueno! ese escritorio tiene una historia:
Llevaba meses quejándome de que "no quepo en mi escritorio". No logro encontrar la altura perfecta para colocar teclado y mouse, constantemente intercambio de sillas porque con una me duelen los hombros, con otra me duele el coxis y con otra las rodillas, muy alta, muy baja, el teclado va y viene entre la bandeja y escritorio.
En ese mar de quejas un día Él dice "Van a tirar un escritorio en el trabajo, ya lo pedí y me lo van a dar".
Esperaba ansiosamente el día que llegaría MI ESCRITORIO y seríamos felices para siempre, soñaba con las horas que pasaríamos juntos, lo mucho que escribiría, lo mucho que programaría, "¿Cómo serás?, aún no te conozco, pero sueño contigo"; Pero ¿saben que? ese día nunca llegó, porque el escritorio no era para mí, era para Él y nunca pude superarlo.
Aún lo veo y pienso "pensé que serías mío", mi corazón está roto, por eso cuando ayer me comentó los planes para el escritorio de la discordia, no pude evitar traer al presente el pasado y enrollarme en una discusión escrita totalmente absurda, ridícula e ineficiente.
"¿Porque para dos?", "¿Porque lo quieres compartir ahora y antes no?", A mi no me engañas, tu quieres modificar el escritorio para ti, pero dices que es para los dos", "¿Quieres modificarlo?¡Hazlo, ya no puedo agüitarme mas!"
Tiempo después, me pregunto ¿Porque lo hago?, porque tengo esa necesidad de ganar una batalla, de demostrar ahora y siempre que tengo razón, de obtener una respuesta que me satisfaga, o una disculpa atrasada por algo que yo misma idealicé en mi mente pero que me hizo sentir herida.
Siendo analítica y razonable pude haberme quedado con cualquiera de estos pensamientos:
¡NO FUE ASI! me dejé llevar por mi característico actuar, mi "rencor cholo" me dominó y pudiendo haber respondido un simple "ok" o "nice", decidí no hacerlo y al final no obtuve una disculpa, un lo siento o un tienes razón, sólo me gane un "Come Caca".
Ayer mi amado concubino me escribía un mensaje en FB diciendo:
"Oye, estaba pensando del escritorio para los dos.. Que tal si agarramos mi escritorio, usamos lo de arriba y le ponemos de patas dos bases de la máquina de coser"
¡Bueno! ese escritorio tiene una historia:
Llevaba meses quejándome de que "no quepo en mi escritorio". No logro encontrar la altura perfecta para colocar teclado y mouse, constantemente intercambio de sillas porque con una me duelen los hombros, con otra me duele el coxis y con otra las rodillas, muy alta, muy baja, el teclado va y viene entre la bandeja y escritorio.En ese mar de quejas un día Él dice "Van a tirar un escritorio en el trabajo, ya lo pedí y me lo van a dar".
Esperaba ansiosamente el día que llegaría MI ESCRITORIO y seríamos felices para siempre, soñaba con las horas que pasaríamos juntos, lo mucho que escribiría, lo mucho que programaría, "¿Cómo serás?, aún no te conozco, pero sueño contigo"; Pero ¿saben que? ese día nunca llegó, porque el escritorio no era para mí, era para Él y nunca pude superarlo.
Aún lo veo y pienso "pensé que serías mío", mi corazón está roto, por eso cuando ayer me comentó los planes para el escritorio de la discordia, no pude evitar traer al presente el pasado y enrollarme en una discusión escrita totalmente absurda, ridícula e ineficiente.
"¿Porque para dos?", "¿Porque lo quieres compartir ahora y antes no?", A mi no me engañas, tu quieres modificar el escritorio para ti, pero dices que es para los dos", "¿Quieres modificarlo?¡Hazlo, ya no puedo agüitarme mas!"
Tiempo después, me pregunto ¿Porque lo hago?, porque tengo esa necesidad de ganar una batalla, de demostrar ahora y siempre que tengo razón, de obtener una respuesta que me satisfaga, o una disculpa atrasada por algo que yo misma idealicé en mi mente pero que me hizo sentir herida.
Siendo analítica y razonable pude haberme quedado con cualquiera de estos pensamientos:
- Solo tenemos una maquina singer, así que de aquí a que consigamos otra y con los múltiples proyectos de restauración(Chimenea, marco de madera antiguo para espejo, escritorio antiguo) o construcción pendientes, pasará muchísimo tiempo para que ese escritorio sea transformado.
- Honestamente, aunque es amplio no cabemos los dos, mucho menos cuando estoy trabajando con proyectos de hardware.
- Otra propuesta de remodelación incorporando una "L" con la máquina Singer.
¡NO FUE ASI! me dejé llevar por mi característico actuar, mi "rencor cholo" me dominó y pudiendo haber respondido un simple "ok" o "nice", decidí no hacerlo y al final no obtuve una disculpa, un lo siento o un tienes razón, sólo me gane un "Come Caca".
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martes, 4 de noviembre de 2014
Fragmentos en el pequeño Chococat
Un día como hoy 4 de Noviembre hace once años, me debatía entre volver a México o seguir estudiando en España. Volver a buscar a mi "amado" o dejarle ir.
Siempre me ha gustado escribir, pero creo que me esforzaba demasiado, les comparto mi pensamiento nocturno.
"Estoy cansada, es el final del día, quisiera perderme en cualquier sustancia que me aparte de la realidad, perder el aliento en cada bocanada y el pensamiento en cada sorbo. Volar junto a cada partícula y en cenizas desintegrar las ideas.
Que no avance la noche, que no exista nuevamente la luz, quiero sentir como se pierde la conciencia en cada gota del cóctel de la existencia, sonreír ante el asombro de que no habrá mas angustia por despertar, ni temor de suicidar a la razón, descansar de la obsesión, mientras abandono la cordura en mi camino a la locura"
Siempre me ha gustado escribir, pero creo que me esforzaba demasiado, les comparto mi pensamiento nocturno.
"Estoy cansada, es el final del día, quisiera perderme en cualquier sustancia que me aparte de la realidad, perder el aliento en cada bocanada y el pensamiento en cada sorbo. Volar junto a cada partícula y en cenizas desintegrar las ideas.
Que no avance la noche, que no exista nuevamente la luz, quiero sentir como se pierde la conciencia en cada gota del cóctel de la existencia, sonreír ante el asombro de que no habrá mas angustia por despertar, ni temor de suicidar a la razón, descansar de la obsesión, mientras abandono la cordura en mi camino a la locura"
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