Yo al igual que muchas otras mujeres, pasé gran parte de mi infancia y adolescencia al lado de la televisión. Llegaba de la escuela, comía, ayudaba en los "quehaceres" domésticos, hacía mis tareas y miraba toda la barra de telenovelas del canal de las estrellas. Esto no sucedía en vacaciones, porque mi madre siempre procuraba sacarnos de paseo o echarnos a la calle para jugar con los vecinos.
Sí, miré muchas novelas, tantas que no sería capaz de enumerarlas o nombrarlas por sus títulos, crecí con ellas, pero hoy en mi vida adulta aparentemente hay un gran abismo entre ellas y yo; me parece ridículo las situaciones de vida, prejuicios, moral y personajes televisivos.
Mucha gente que me conoce cuestiona "¿TU MIRABAS NOVELAS?", me debato entre sentirme halagada o avergonzada por esta pregunta y por la respuesta que daré, pero la mayoría de las veces contesto "Si antes, a veces", no soy capaz de decir que de niña adolescente pasaba toda la tarde viendo novelas soñando con la pobre que se vuelve rica.
A los 15 años viví un episodio telenovelesco en mi vida, me enteré de que quien pensaba que era mi padre no lo era, sin embargo mi reacción estuvo muy lejana de lo que sucede en una telenovela. Él siempre había estado ausente, así que, que mas daba que no fuera él, hasta fue un alivio, porque se despejó el temor de "¿porque no me busca?". A veces aún me sorprendo soñando con una escena de telenovela donde encuentro a mi padre biológico, le digo "Soy tu hija" y como el no tuvo hijos, pero toda su vida quiso hijos, me deja una cuantiosa herencia. Ni modo, "no puedo negar la cruz de mi parroquia" por ahí en el fondo de mi corazón hay una habitación para vida de telenovela.
Lo bueno es que, entre mas vivimos, mas oportunidades tenemos de incorporar otras historias a nuestras vidas, las telenovelas nos hacen soñar con princesas contemporáneas y estereotipar nuestra condición de mujer; nos llevan de la pobre, fea, gorda , buena, golpeada, tonta, enamorada, sacrificada, hasta la guapa, feliz, casada, rica; pero en ese caminar visual no muestran lo mucho que hay que aprender y sufrir para llegar a la felicidad, la cual necesariamente no se reduce a marido, dinero e hijos.
Afortunadamente hay otra historias que siempre han estado ahí, pero que se inmortalizaron hacen siglos (SI SIGLOS), tenemos a Ana Karenina de Leon Tolstoi o Madame Bovary de Gustave Flaubert, en la que nos cuentan de mujeres que seguían sus vidas de comportamiento y aspiraciones tradicionales, una vida que al alcanzarla las consumía en la monotonía, hasta que llegaba el día en que se tropezaban con una pasión que las haría volver a vivir, pero que muy probablemente las llevaría a su perdición.
Sea la novela escrita o televisada, nuestra vida de mujer tendrá alguna coincidencia con ellas, pero sólo en nosotras está la capacidad de encaminarnos a la reflexión, a la duda, al despertar, a la libertad ¿Quien soy?, ¿Que hago?, ¿Que quiero ser?
Sumérgete en los pensamientos de mujeres de más de 35 años, que en la lucha por contenerlos, en ocasiones terminan desbordadas. Ellas reflexionan desde su vida personal, su vida en pareja, las personas que les rodean, las cosas que detestan, así como los sarcasmos, palabras y comentarios que guardan en su interior.
miércoles, 23 de julio de 2014
miércoles, 16 de julio de 2014
Doce años
Hace 12 años, un miércoles como hoy, Él y yo iniciamos un viaje "separados", nunca nos imaginamos que unas vacaciones de amigos nos mantendrían unidos doce años después.
Algo que comenzó sin grandes planes, solamente entregados al momento, aún sigue funcionando. ¿Quien iba pensar que alguien tan controlador como yo, tomaría decisiones sin pensar y me entregaría a batallas perdidas contra mis mas grandes razonamientos?. Vivimos unos intensos días a la orilla de unas de las playas mas hermosas que he conocido.
A sólo un par de meses, debía emprender un solitario viaje rumbo a la madre patria, para iniciar mis estudios de posgrado. Él me regaló un reloj y ésta pequeña libreta "Chococat", en ella plasmé por muchas noches mis temores, dudas, angustias, desesperación y preguntas de vivir una relación "de lejos".
Entre viajes México - España, a poco mas del año, sobrevino una inesperada separación; pocos días después decidí volver sin avisar y ésto fue lo último que quedo registrado en el pequeño "chococat"
2 Diciembre 2003
Una noche más dedicada a ti, aunque minutos atrás los haya dedicado a absurdos debates de frases plasmadas en las hojas de una publicación barata que hablaba del amor.
Justo en este momento, cubierto de silencio social, pero ensordecido por la añoranza es para recordarte a ti. Mas allá de la visualización que mi mente pueda recrear, quisieran mis oídos percibir la sutileza de tu respiración, convencerme de que en este trance me acompaña algo más que un recuerdo.
Quisiera vieras ahora, como brilla una ilusión, quiero verla brillar también en ti, compartir esto especial, aunque sea falso, desearía experimentar que alguien también se interesa por lo que pronto va a ocurrir.
No se cuantas veces he soñado con estar siempre a tu lado, sonreír con cada uno de tus logros, llorar juntos por cada fracaso y llenarnos de ira juntos contra la injusticia.
Me niego a la idea de volver a vivir este sueño con alguien mas, romper la teoría de lo auténtico y sumergirme en la estadística de lo normal y lo trivial.
Ojala fuésemos como locos, movidos por el instinto de la necesidad, o quizá solo bastaría ser estúpidos que son dominados por ideas hipotéticas carentes de demostración.
Ven viaja esta noche hacia mí, alimentemos otra dimensión, acércate vamos a fundir en los labios las barreras que la razón impone, fallezcamos con cada oscuridad y resucitemos en cada amanecer.
Ahora, el sueño es realidad, contra todo razonamiento radical, estamos aquí, compartiendo luchas, lagrimas, logros y sonrisas, ¡Amor, Feliz Aniversario del inicio de nuestro viaje!
Algo que comenzó sin grandes planes, solamente entregados al momento, aún sigue funcionando. ¿Quien iba pensar que alguien tan controlador como yo, tomaría decisiones sin pensar y me entregaría a batallas perdidas contra mis mas grandes razonamientos?. Vivimos unos intensos días a la orilla de unas de las playas mas hermosas que he conocido.
A sólo un par de meses, debía emprender un solitario viaje rumbo a la madre patria, para iniciar mis estudios de posgrado. Él me regaló un reloj y ésta pequeña libreta "Chococat", en ella plasmé por muchas noches mis temores, dudas, angustias, desesperación y preguntas de vivir una relación "de lejos".
Entre viajes México - España, a poco mas del año, sobrevino una inesperada separación; pocos días después decidí volver sin avisar y ésto fue lo último que quedo registrado en el pequeño "chococat"
2 Diciembre 2003
Una noche más dedicada a ti, aunque minutos atrás los haya dedicado a absurdos debates de frases plasmadas en las hojas de una publicación barata que hablaba del amor.
Justo en este momento, cubierto de silencio social, pero ensordecido por la añoranza es para recordarte a ti. Mas allá de la visualización que mi mente pueda recrear, quisieran mis oídos percibir la sutileza de tu respiración, convencerme de que en este trance me acompaña algo más que un recuerdo.
Quisiera vieras ahora, como brilla una ilusión, quiero verla brillar también en ti, compartir esto especial, aunque sea falso, desearía experimentar que alguien también se interesa por lo que pronto va a ocurrir.
No se cuantas veces he soñado con estar siempre a tu lado, sonreír con cada uno de tus logros, llorar juntos por cada fracaso y llenarnos de ira juntos contra la injusticia.
Me niego a la idea de volver a vivir este sueño con alguien mas, romper la teoría de lo auténtico y sumergirme en la estadística de lo normal y lo trivial.
Ojala fuésemos como locos, movidos por el instinto de la necesidad, o quizá solo bastaría ser estúpidos que son dominados por ideas hipotéticas carentes de demostración.
Ven viaja esta noche hacia mí, alimentemos otra dimensión, acércate vamos a fundir en los labios las barreras que la razón impone, fallezcamos con cada oscuridad y resucitemos en cada amanecer.
Ahora, el sueño es realidad, contra todo razonamiento radical, estamos aquí, compartiendo luchas, lagrimas, logros y sonrisas, ¡Amor, Feliz Aniversario del inicio de nuestro viaje!
viernes, 11 de julio de 2014
Lagrimas sobre ruedas
Hace unos días fallé al propósito "cuchara" de éste blog, no pude evitar el desbordamiento, dejé la olla sin vigilar y sobrepasé el punto de ebullición.
En mis razonamientos y justificaciones, siempre llego a la conclusión de que Él sólo actúa, no piensa, planea, confronta o analiza, simplemente vive el día a día.
Ante esa percepción, siempre trato de llevarlo a un estado de conocimiento "para que aprenda" y no vuelva a ocurrir; sin embargo, la mayoría de las veces lo siento como un "caso perdido" porque no recibo ninguna retroalimentación, ni corporal, ni hablada.
Desde mi reinado mental lo único que gobierna es un "ya estará pensando en que como chingo y cuando me voy a callar" y como Él no habla, no expresa; entonces yo me invento toda una historia de lo que él esta pensando, junto evidencias, escudriño el pasado y construyo "su verdad" desde mi verdad.
El problema es que "su verdad" no me gusta, me irrita y me enfurezco, porque siento que fallé en ser la "amiga nada mas", pongo en una balanza todo lo bueno, todo lo malo; me debato entre mis sentimientos y los sentimientos que no conozco de Él, me siento culpable de reclamar, pero enseguida me envalentono y lo culpo a él, luego me entristezco, me justifico, lo justifico.
Cuando por fin decido enfrentar toda esta maraña de pensamientos, recibo como respuesta un pobre "no es así" y un total hermetismo. Pero, si "no es así", entonces ¿Cómo es? ¡Que alguien me explique!, porque yo ya lo intenté, pero resulta que "no es así", entonces pasan los días y no hay "cucharon" que pueda bajar este hervor.
Comienzo a ver todo lo que ha dejado sin terminar en su camino y me resulta imposible alegrarme por las cosas que ha terminado y que otros le admiran y felicitan; no quiero ver ni escuchar eso que le hace feliz, quiero decirle que eso nada tiene que ver conmigo y que no me importa; pero no puedo, porque muy dentro de mí soy feliz cuando Él es feliz.
Entonces trago mis opiniones y comentarios para no herir, pero comienzo a herir con mi rostro, con mi actitud, con mi desdén. Guardo silencio, enmudezco ante cualquier interacción, me vuelvo un "monasílabo" y entro en el juego de "Que hable primero al que le importe"; un juego que casi siempre pierdo porque nunca hablamos, sólo lo superamos.
De repente me encontré huyendo, montada en mi bicicleta buscando con quien compartir todos los pensamientos que hervían en mi cabeza; cuando el volviera del trabajo, no quería estar en casa "como siempre", tampoco quería que "como siempre" las cosas se arreglaran solas, no quería ser "como siempre" la mujer empática que razona y llega a la conclusión de que "es una tontería", así que con mis 30+, me encontré rodando pensamientos al viento y con lagrimas en el rostro.
Horas después volví a casa, Él me esperaba para explicarme el "No es así", nadie perdió, ¡Ganamos los dos! Descubrí que aunque no exprese nada, es tan vulnerable como yo, compartimos los mismos miedos que dejan a las palabras atoradas en el corazón.
Hoy la olla está nuevamente en calma...
En mis razonamientos y justificaciones, siempre llego a la conclusión de que Él sólo actúa, no piensa, planea, confronta o analiza, simplemente vive el día a día.Ante esa percepción, siempre trato de llevarlo a un estado de conocimiento "para que aprenda" y no vuelva a ocurrir; sin embargo, la mayoría de las veces lo siento como un "caso perdido" porque no recibo ninguna retroalimentación, ni corporal, ni hablada.
Desde mi reinado mental lo único que gobierna es un "ya estará pensando en que como chingo y cuando me voy a callar" y como Él no habla, no expresa; entonces yo me invento toda una historia de lo que él esta pensando, junto evidencias, escudriño el pasado y construyo "su verdad" desde mi verdad.
El problema es que "su verdad" no me gusta, me irrita y me enfurezco, porque siento que fallé en ser la "amiga nada mas", pongo en una balanza todo lo bueno, todo lo malo; me debato entre mis sentimientos y los sentimientos que no conozco de Él, me siento culpable de reclamar, pero enseguida me envalentono y lo culpo a él, luego me entristezco, me justifico, lo justifico.
Cuando por fin decido enfrentar toda esta maraña de pensamientos, recibo como respuesta un pobre "no es así" y un total hermetismo. Pero, si "no es así", entonces ¿Cómo es? ¡Que alguien me explique!, porque yo ya lo intenté, pero resulta que "no es así", entonces pasan los días y no hay "cucharon" que pueda bajar este hervor.
Comienzo a ver todo lo que ha dejado sin terminar en su camino y me resulta imposible alegrarme por las cosas que ha terminado y que otros le admiran y felicitan; no quiero ver ni escuchar eso que le hace feliz, quiero decirle que eso nada tiene que ver conmigo y que no me importa; pero no puedo, porque muy dentro de mí soy feliz cuando Él es feliz.
Entonces trago mis opiniones y comentarios para no herir, pero comienzo a herir con mi rostro, con mi actitud, con mi desdén. Guardo silencio, enmudezco ante cualquier interacción, me vuelvo un "monasílabo" y entro en el juego de "Que hable primero al que le importe"; un juego que casi siempre pierdo porque nunca hablamos, sólo lo superamos.
De repente me encontré huyendo, montada en mi bicicleta buscando con quien compartir todos los pensamientos que hervían en mi cabeza; cuando el volviera del trabajo, no quería estar en casa "como siempre", tampoco quería que "como siempre" las cosas se arreglaran solas, no quería ser "como siempre" la mujer empática que razona y llega a la conclusión de que "es una tontería", así que con mis 30+, me encontré rodando pensamientos al viento y con lagrimas en el rostro.
Horas después volví a casa, Él me esperaba para explicarme el "No es así", nadie perdió, ¡Ganamos los dos! Descubrí que aunque no exprese nada, es tan vulnerable como yo, compartimos los mismos miedos que dejan a las palabras atoradas en el corazón.
Hoy la olla está nuevamente en calma...
jueves, 10 de julio de 2014
Bikini poderoso
Suelo quejarme de mis contactos de Facebook, de sus publicaciones y de las publicaciones con fundamentos "científicos" que rápidamente se difunden como plaga en las redes sociales; pero aún con todas mis quejas y desprecios, no puedo despegarme, es un vicio casi morboso como ver "Laura en América" y el desfile de los desgraciados.
¿Porque un título así despertó mi interés?, podría ser porque estoy pensando usar un bikini este verano, o porque la persona que lo compartió tiene poco de haberse "convertido" al cristianismo evangélico y alguien comentó la publicación con un "nunca le comprare un bikini a mi hija".
Definitivamente esto último fue lo que más me incitó, ¿cómo una publicación puede causar asombro, escándalo y llevarnos a cambiar algo de nuestras vidas cotidianas?
Para ahorrarles 9 minutos, les hago el resumen: ésta chica habla de los orígenes del bikini y cómo en la década de los 60, con la revolución sexual y la lucha de los derechos de la mujer, el bikini se comercializó bajo la idea de "el poder" de la mujer sobre su propio cuerpo. Sin embargo, estudios "científicos" (si, entre comillas, porque a veces creemos que por contener esa palabra es una verdad absoluta) han demostrado que cuando los hombres ven mujeres con ropa modesta, proyectan una imagen de "Ella puede","Ella lo consigue", pero cuando ven imágenes de mujeres en bikini, tienen pensamientos de "yo lo tomo" y las reducen a objetos que pueden poseer o manipular. Finalmente cierra su ponencia presentado su linea de bikinis "decentes", apelando a la forma en que quieres atraer a los hombres y hablando de que fuimos hechos a "imagen y semejanza de Dios"
Hay mucho para comentar en este vídeo, se me desbordan las ideas!, me siento babeante, desesperada por opinar, pero aquí les van unas cuantas, no en orden de prioridad, si no en el orden en que me van saliendo de la mente!
La mayoría de las veces, con solo ver el titulo las descarto, pero en esta ocasión hubo una que llamó mi atención y aún cuando odio ver vídeos, sobrepasó mi curiosidad y le dedique unos minutos para verlo "El efecto bikini en la mente de los hombres".
¿Porque un título así despertó mi interés?, podría ser porque estoy pensando usar un bikini este verano, o porque la persona que lo compartió tiene poco de haberse "convertido" al cristianismo evangélico y alguien comentó la publicación con un "nunca le comprare un bikini a mi hija". Definitivamente esto último fue lo que más me incitó, ¿cómo una publicación puede causar asombro, escándalo y llevarnos a cambiar algo de nuestras vidas cotidianas?
Para ahorrarles 9 minutos, les hago el resumen: ésta chica habla de los orígenes del bikini y cómo en la década de los 60, con la revolución sexual y la lucha de los derechos de la mujer, el bikini se comercializó bajo la idea de "el poder" de la mujer sobre su propio cuerpo. Sin embargo, estudios "científicos" (si, entre comillas, porque a veces creemos que por contener esa palabra es una verdad absoluta) han demostrado que cuando los hombres ven mujeres con ropa modesta, proyectan una imagen de "Ella puede","Ella lo consigue", pero cuando ven imágenes de mujeres en bikini, tienen pensamientos de "yo lo tomo" y las reducen a objetos que pueden poseer o manipular. Finalmente cierra su ponencia presentado su linea de bikinis "decentes", apelando a la forma en que quieres atraer a los hombres y hablando de que fuimos hechos a "imagen y semejanza de Dios"
Hay mucho para comentar en este vídeo, se me desbordan las ideas!, me siento babeante, desesperada por opinar, pero aquí les van unas cuantas, no en orden de prioridad, si no en el orden en que me van saliendo de la mente!
- Esta chica, no está haciendo nada diferente de los diseñadores que comercializaron los bikinis en los 60, ella ha encontrado su propia campaña "mocha" para manipular y convencer a la gente de que los bikinis son malos y es mejor comprar sus diseños decentes.
- La ponencia tiene unos fundamentos puritanos o de moral sexual religiosa muy marcados. Todo es pecado, pero el pecado siempre lo reducen a sexo o atracción sexual.
- No toda la mujer que usa un bikini es para "atraer" hombres, si nos dejamos de nuestros complejos y puritanismo, puede resultar cómodo en un día de playa, no hace falta tener un "cuerpazo" para usarlo, sólo el deseo de asolearse; aunque usarlo en México puede resultar un poco intimidante, entre miradas morbosas masculinas y los escudriñantes ojos femeninos.
- Si un hombre al ver una mujer en bikini cree que la puede poseer, probablemente tenga la "guardia baja" y sería una gran oportunidad para dominarlos a ellos, si no, vean las grandes mafias de prostitución. Con esa idea de que pueden "dominar" a la prostituta, bailarina, miles de hombres siguen haciendo prosperar a estos negocios.
- Al final la mujer sigue siendo tratada como un objeto en todos los ámbitos desde la prostitución hasta la mujer libre que decide no usar un bikini.
Hay mucha información por redes sociales, pero al final esta en nuestras manos compartir, creer, pensar y atrevernos a criticar, en lugar de solo aceptar y hasta cambiar nuestras conductas.
No les aburro mas, pero ¡ya viene el verano! ¿Ya tienes listo tu bikini?
jueves, 3 de julio de 2014
La llegada del temor anual
Desde hace días, los pensamientos están a punto de ebullición, pero son tantas burbujas intentando reventar, que no se a cual de ellas darle un lugar el día de hoy.
Ojala la angustia se hubiese terminado al volver a vestirme, pero estando frente a frente me solicita un ultrasonido vaginal, lo que implica que nuevamente tendré que abrir las piernas ante un desconocido, el cual introducirá y moverá un objeto en mi vagina mientras sostengo una "agradable" conversación "open mind", ¡menos mal que en esta ocasión, no era el vecino de mamá!
Hace unos días acudí a esa temida revisión anual, "la visita al ginecólogo", aún cuando soy un adulto, con vida sexual activa, con mente que busca la libertad; me sigue causando angustia desnudarme, abrir las piernas y seguir la conversación a mi doctora ¿Que has hecho? ¿Como va el trabajo? ¿Como está tu hermana? tu sobrina, ¿Creciendo?
Momentos antes respiré profundo y me hice terapia mental con la frase "soy adulto, es normal , soy open mind"; aún así, éste no deja de sentirse como un momento extraño. Para hacerlo mas raro aún, entre el dialogo coloquial, surgen frases como "voy a entrar" -anunciando la toma de muestra del papanicolao- o "tu vagina esta en muy buen estado" -acabando así con las sospechas de una menopausia prematura-.
Ojala la angustia se hubiese terminado al volver a vestirme, pero estando frente a frente me solicita un ultrasonido vaginal, lo que implica que nuevamente tendré que abrir las piernas ante un desconocido, el cual introducirá y moverá un objeto en mi vagina mientras sostengo una "agradable" conversación "open mind", ¡menos mal que en esta ocasión, no era el vecino de mamá!
Al final, todo salió bien, no estoy en menopausia prematura, no tengo tumores ni miomas; sólo es mi cuerpo que se niega a ser "normal", mantiene un bajo perfil hormonal, pero nada que los anticonceptivos no puedan remediar.
Además de toda la angustia que la invasión física provoca, también debo prepararme para un escudriñamiento mental y defender mi postura de "no tener hijos". Cada año, mi ginecóloga trata de indagar y derribar mis fundamentos de negación a la maternidad, anuncia un "voy a entrar" y obtiene aspectos de mi vida personal que no suelo compartir abiertamente. Esta vez, su argumento fue que yo sólo veía en la maternidad la parte de la gran responsabilidad, compromiso, sacrificio y trabajo que significaba el ser madre; que en mi vida, el amor y cariño eran sinónimo de vulnerabilidad y fragilidad. Salí del consultorio con una receta para anticonceptivos y con una invitación para visitar a un terapeuta o psicólogo.
Es verdad, no quiero ser madre porque le tengo temor a la responsabilidad, pero tampoco siento el deseo de acuñar en mis brazos a un pequeño ser; no tengo temor de amar, dar o recibir cariño; yo fui criada con mucha responsabilidad y pocas manifestaciones "cariñosas", pero toda esa responsabilidad tiene un origen y ese es amor. La responsabilidad no nace sola o es por afán u obsesión, porque ¿quien daría en sacrificio su vida, su tiempo, sus sueños para criar a otro ser humano? sólo el amor es un fundamento válido. No me ofenden las observaciones de mi ginecóloga, pero no creo que ese sea el entorno para defender mi postura, menos en una conversación que solo ocurre una vez al año.
Todos crecemos con temores, represiones y conflictos, que al final regirán nuestra vida de adulto, pero ¿que tan válido es en estos tiempos acudir a un terapeuta para ayudarnos a "vivir"?. En la antigüedad el ser humano no siempre resolvía sus angustias y conflictos, es probable que murieran en situaciones trágicas, dejando en herencia sus deducciones y pensamientos, muchas de ellas ahora son enseñadas en las universidades y practicadas en un consultorio. Vivían menos que nosotros, pero maduraban antes, nosotros vivimos mucho, reflexionamos poco y para madurar, para vivir necesitamos ayuda psicológica. ¡Que época rara de ginecólogos, terapeutas!, y tu, ¿vas al terapeuta?
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