viernes, 23 de mayo de 2014

La "GordiBuena" que no vive en mí.

Mucho tiempo de mi vida lo he dedicado a luchar con mi sobrepeso, algunas veces las guerras han sido inexistentes(tipo USA y las armas nucleares) porque siendo muy delgada me sometía a un ojo tan crítico en donde nunca estaba satisfecha con mi apariencia.

Mi insatisfacción se muestra en muchos aspectos de mi vida, me resulta sumamente fácil criticar a otros y encontrar todas aquellas cosas que si ellos hicieran, me harían más feliz a mí; pero cuando de auto examinarse se trata, entonces puedo "dormirme muy fácil en mis laureles" y sentir compasión por mí, mientras dejo que los días sigan sólo "pasando".

Es ahí donde pienso que no soy obsesiva o perfeccionista, simplemente me gusta más sacar la paja del ojo del otro y estar chingando a los que se dejan. Tengo obsesiones(motivos para chingar) a corto, mediano o largo plazo(de cual quiere?), algunas desaparecen otras llegan a ser crónicas o recurrentes.

En la categoría de recurrentes encontramos el sobrepeso; tengo 37 años, mido 1.69, hasta el martes pesaba 77kg, hoy viernes peso 75kg, esta diferencia podemos atribuirla a una buena visita al  inodoro, o a que llevo 4 días machacándome en el Gimnasio y ahuyentando de mi alimentación los lácteos, harinas y el azúcar.


En los últimos 10 años, mi peso ha sido una ecuación lineal al inicio (de 65kg a 84kg) , luego desciende en forma ondulatoria con  mínimo de 72 kg pero una media de 77kg. Algo así como la imagen! (aunque las ondas no se aprecian porque no tengo el historial mes a mes)

Según esta página Indice Masa Corporal(IMC), el mío es de  26.26
"tienes un leve sobrepeso. Tu peso ideal está entre 52.9kg y 71.4 kg según la Organización Mundial de la Salud"

52.9???? estas de coña!!!!???? ni en mis épocas mas traumadas llegue a ese peso!.. Feliz me sentiría de pesar 69kg! y ya se me hace mucho!

Llegar a los 72kg requirió un esfuerzo sobre humano, mas que nada físico. Años atrás en mis veintes llegue a pesar 58kg, pero les juro que apenas comía y me ejercitaba como una loca desquiciada (pleonasmo). Eso sí, nunca he sido de remedios o aparatos mágicos, ya ser gorda es suficiente auto engaño, como para todavía aumentarle esas babosadas.

Aunque me siento "cómoda" en mis 77 kilos, soy entre talla 10-14 USA,(42-46 EUR), NUNCA me llamaría a mi misma "GordiBuena", me parece un termino auto-compasivo de alguien que sigue aspirando a esos cánones de belleza que rigen nuestra sociedad, pero que a través de la "auto-aceptación" quiere sentirse "buena", "deseable", "follable". Al final no hay ninguna aceptación verdadera, sólo seguimos sometidas ante la premisa de ser "atractivas".

Llamarme "Gorda" como motivación, ya está choteado; tan choteado que no significa nada en mí,  es un termino que acuña cinismo propio y antepongo a la crítica de los otros "¡Ya se! estoy bien gorda", esperando por compasión o aceptación "Claro que no, te ves muy bien".

Toda mi vida me he visto gorda, gorda de 58 kilos o gorda de 84 kilos es exactamente lo mismo. Por eso mi batalla con el sobrepeso es siempre recurrente. Confieso ser una reprimida, pero al mismo tiempo indisciplinada , me abstengo de muchos, muchísimos alimentos para no engordar, pero suelo pasar largos lapsos sin probar alimento, o sin ejercitarme.

Por pura vanidad y porque sigo sometida a mi sociedad no quiero ser gorda. Me someto a mi propio maltrato físico, a mi relación amorosa entre el sobrepeso y yo. A veces nos amamos, otras nos toleramos, luego nos odiamos, nos conformamos. También nos recriminamos lo que no podemos ser, pero no puedo abandonarlo. Dejarlo de una vez por todas es demasiado esfuerzo, al final se que siempre volverá... pero nunca vivirá una "GordiBuena" en mí.

martes, 13 de mayo de 2014

Mis extrañas dependencias

Hace un par de días murió un viejo(pero aún joven) amigo, fue mi jefe por allá del año 1999.

Mi vida profesional y mi vida adulta apenas comenzada, como cualquier joven de 22 años que ha perfilado su corta vida para alcanzar el éxito en sociedad, aspiraba a tener un buen trabajo. A pesar de mi juventud el creyó en mi y luchó por conseguir un espacio para mí en su equipo de trabajo. Me vio crecer profesionalmente, pero decaer emocionalmente, caminé a la vida adulta, al darme cuenta que un buen trabajo, salario, reputación, no es todo lo que se necesita en la vida. Pero eso, Él ya lo sabía, por eso dejo que me fuera, siempre me vio como un humano no como un recurso, no era solo mi jefe, era un ejemplo de vida a observar, Él podía tener mucho mas, pero Él era feliz con su vida, con lo que tenía, con sus logros y con lo mas importante, su esposa y su hija.

Hoy que se ha marchado,  su esposa,  su cómplice y compañera, sigue con su vida, recuperando cada pequeña miga del camino que caminaron juntos. Las migas son viejas pero aún cumplen su función, muestran el camino que ambos construyeron, encontrar cada miga la hace vivir, recordar, sentir y volver a ser feliz, porque aunque sigue el camino sola, no está perdida, puede seguir dando pasos, porque  juntos, voluntariamente con compromiso unieron su destinos y trazaron su futuro.

Reflexiono en mi vida, en las veces que mis pensamientos se disparan y encuentro uno y mil temas para venir a desbordar mis frustraciones derivadas de la convivencia, de la vida en pareja. No se que piensen de mí y de mi compañero, a lo mejor lo odian por lo que cuento aquí de Él, o me odian a mí por ser tan exigente, nos odian a ambos o simplemente soy un caso ideal para estereotipar, etiquetar o ignorar.

No hay nada que me obligue a esta relación, no tenemos hijos, no estamos casados, tenemos una hipoteca, que por cierto está a su nombre, pero como yo no tengo apego a los bienes materiales, podría marcharme si lo deseara. Sin embargo yo decido seguir aquí, aún con todas esas "nadas" que me molestan, sulfuran y desbordan, porque no puedo imaginar, no concibo una vida diferente o alternativa si Él no estuviera aquí.

¿Como superar cada día sin poder observar su blanca piel mientras duerme?,  o ¿Como no volver a asomarme a su rostro para ver si sus pequeños ojos  están cerrados o abiertos?, mi mano no se estrellaría mas en su trasero cuando pasa cerca de mí, tampoco podría hurgar en su cara y espalda. Todas esas pequeñas migajas que solo se pueden recoger en la intimidad de una convivencia, se convertirían en un intangible recuerdo.

Es verdad, la confianza llega a apestar y resulta agobiante apoderarme de todas las responsabilidades de nuestra vida en pareja. Por eso, quiero disfrutar cada pequeño momento de cercanía física y mental; sin importar que aveces estaré desbordada, enfurecida y hasta rodeada de un poco de mierda, porque no soy capaz de dejar ir  mis extrañas dependencias.

Dedicado a LCGR, que aún en su ausencia, su vida nos sigue inspirando. 
Descansa en Paz, amigo, jefe, Hombre...ser humano.




sábado, 10 de mayo de 2014

Mierda Invisible...

Hace un año que nos mudamos a nuestra nueva casa, cabe mencionar que cuando se quiere vivir libre y sin responsabilidades, tener una casa no es sinónimo de felicidad, triunfo o éxito.
Nos aventuramos a construir una "mansión", entre comillas, porque es mucho mas grande de lo que dos personas y dos perros pueden necesitar como refugio.

Nuestro hogar es como un cascarón, luce bien por fuera, por dentro es habitable, pero aún le falta gran parte de los acabados, uno de ellos "los suelos".

Tenemos un habitante que vive feliz por muchos días; la mierda, a veces ignorada por mí, pero invisible para Él.

Alguna vez, desesperada de ver a la mierda viviendo tan feliz en nuestro hogar, le pregunté a Él , ¿no te da asco vivir en "la mierda"? y la respuesta que obtuve fue "Estamos muy lejos de vivir en la mierda", ahí perdí toda mi esperanza de que este inquilino llamado mierda, fuese a desalojar nuestras vidas.

Así que, yo tengo mierda en los ojos, por eso la veo; o el tiene ojos de mierda y por eso no la ve. Ya sé! mejor aún,  soy clarividente, veo lo que otros no ven y  también soy una especie de mago "chingón" que hago aparecer la mierda con mi aspiradora.

Estoy segura de que SI esta ahí, porque me pica el cuerpo cuando me siento en el sofá o cuando duermo en nuestra cama,  hurga mi nariz y me hace estornudar.

Remover la mierda del hogar es una tarea que sólo a mi me interesa -hablaré de forma personal porque no quiero cometer el vulgar error de reducir el tema a cuestión de géneros hombres vs mujer- porque sólo yo me agobio cada día de ver como el polvo se acumula muebles, suelos, ropa, aparatos eléctricos; de que crezca una montaña de platos sucios, de que el grosor de la capa de cochambre en la estufa y hornillas sea mas gruesa cada día, de que mis cabellos oscuros como la noche tapicen el suelo, de la basura en el patio de la entrada, del sarro acumulado en baños, lavamanos, mamparas, del desbordante cesto de la ropa sucia o  el bulto creciente  de ropa limpia que se desplaza de la cama a la silla y de la silla a la cama.

Adoro el orden, amo ver la cama perfectamente tendida, sin arrugas, las sobremesas despejadas, los sillones perfectamente bombachos, baños blancos, impecables, llaves brillantes sin manchas de agua, ropa bien doblada  -la ordenaría por colores, pero es un poco exagerado *sarcasmo* -.

Así es la imagen que mi cerebro guarda y cuando la más mínima mierda de desorden la rompe, me dan espasmos y tics nerviosos que me dicen "algo esta mal".

No me gusta pedir ayuda, porque no estoy acostumbrada a hacerlo, crecí con la idea de "cada quien se rasca con sus propias uñas". No tengo práctica en pedir ayuda, por lo que mi forma de clamar  se convierte en una reclamación. Mas de una vez sale el grito desesperado "¿porque tengo que hacer todo yo?"  la respuesta que obtengo es "Pues no lo hagas, si no quieres".

Guardo silencio y sigo el consejo, dejo pasar los días, la semanas, pero nadie lo hará por mí. Me sermoneo a mi misma, diciéndome "no pasa nada por una casa sucia", pero no puedo evitar sentir vergüenza de vivir así, me decido a dar respuesta al ¿porque yo? ... porque sólo a mi me importa.

Les presento parte de mi huésped incomodo, el que sólo yo veo, el resultado aspiradora mágica.








jueves, 8 de mayo de 2014

Discriminación Ortográfica

Acúsenme de racista, intolerante, discriminante, retrograda, elitista, segreguista, miembro de la comunidad de la vela perpetua, Kukus clan o cualquier otro adjetivo que les guste para mí; pero me resulta inadmisible, inaceptable y  vergonzoso que nuestros ojos tengan que presenciar la barbarie con la que la gente se expresa en forma escrita, si es que puede llamarse escribir.

Se defienden por ahí diciendo "todos tenemos derecho a expresarnos", es verdad están en su derecho, pero no porque sea un derecho tengo que aprobarles y celebrar su capacidad de expresión.

Ahora que lo pienso, estoy siendo un tanto ridícula, porque ¿Quien me apunta con un pistolón en la cabeza, para tener a ciertos "amigos" de facebook?, porque además de que publican pendejada y media, lo hacen con tremendos horrores ortográficos.

Un amigo me dijo "quéjate, pero no te enojes"; sin embargo su frase me la paso por el arco del triunfo, porque no puedo evitar sacar a relucir esa ira y rencor "cholo"  que se esconde en lo más recóndito de mi corazón.

Es normal que cometamos errores ortográficos (antes de que me crucifiquen, seguro que yo tendré algunos por aquí), pueden ser errores de dedo, ligeros descuidos, flojera de poner acentos, etc. Pero lo que es absurdo es que la gente no tenga escrúpulos en escribir tan grotescamente sus comentarios y estados.

A lo mejor está científicamente comprobado -es que no he encontrado un enlace en  redes sociales- que las personas que escriben con faltas de ortografía a diestra y siniestra no les funciona alguna parte del cerebro o de la vista, porque, ¿quien escribe varva justo después de que alguien puso en su estado Barba ? 

Es que a veces ni siquiera es sólo la falta de ortografía, me los imagino como figuras rabiosas, babeantes, desesperadas por "publicar" que pierden la conexión de sus sentidos brincándose letras para llegar a toda velocidad a follar, perdón al botón publicar.

¿Acaso no se dan cuenta que sus palabras escritas parecen que están reglando?, lo digo por aquellos correctores ortográficos que manchan en rojo los errores y que están incluidos en  la gran mayoría de los navegadores, sistemas operativos y aplicaciones que éstos limítrofes utilizan para compartir sus estados de ánimo, opiniones y "valiosas" críticas en las redes sociales.

Estás publicando al mundo! (porque algunos son tan "sopes" que tienen todo público), acaso ¿no nos encanta cuidar la imagen?  -aún aquí yo escribo con mesura y eso que dije que iba a escribir a "calzón quitado"- , ¿Porque no cuidar lo que escribes?

No se en que beneficia que el "cibermundo" llegue a TODAS las personas, pero segura estoy que no viene a mejorar su vida o incrementar sus conocimientos, sólo es un medio de entretenimiento más, para seguir enajenados y sentir que tenemos derecho a algo...

No les pongo los absurdos que provocaron este mensaje, porque no quiero herir sus ojos!

domingo, 4 de mayo de 2014

Mujer enfurecida

Es increíble la facilidad con que puedo enfurecerme.
En la opinión pública de mis lectores(si es que hay alguno ) o de aquellos que escuchan mis motivos de enfurecimiento, pensarán que me enojo por nada.

Pero como estamos en estos tiempos posmodernos, "nada" puede tener un significado distinto para ustedes y para mí. Mi "nada" no puede convertirse en "nada" por lo que sigue ahí frente a mis ojos, removiendo toda mi intolerancia y atacando mi obsesivo sentido de la perfección,  poco hará falta para volverme Hulk, Dr. Jekyll o esa personalidad de un Goofy que al conducir se transforma en un verdadero demonio.

Y aunque hace mas de una semana tuve un día enfurecido, hoy me cuesta recordar todas esas diminutas cosas que me desbordaron.

Recuerdo que esa mañana fluía mas agua de mi nariz que de los grifos de mi casa (siempre escasa el agua).  La noche anterior le pedí a Él,  que me trajese "algo para la gripa". Cuando volvió yo me encontraba en cama, al entrar a casa gritó:
¡ SÓLO QUEDABAN DOS !
Por alguna loca razón, bajo mi contexto hice una mala interpretación de la frase. Esa noche tomé los antigrapales. La mañana siguiente me sometí a una búsqueda frenética de mis anti-gripales  -¿pero donde están? ¿donde los puso? ¿Que no se supone que compro dos cajas?-,  Fracasé, nunca las encontré. Me "cayó el veinte" y me enfurecí...
¿A quien chingados se le ocurre comprar sólo dos pastillas?
Pero al mismo tiempo, hay otra pregunta en el aire
 ¿A quien chingados se le ocurre pensar que sólo quedaban dos cajas?
Sólo a Él se le ocurre comprar dos pastillas y sólo a MÍ se me ocurre pensar que quedaban dos cajas.

Y ese fue el origen, a partir de ese momento, todo sería motivo de enfurecimiento: un recibo de agua vencido por tres meses, una contabilidad mal realizada, un calcetín fuera de lugar, la cama mal tendida, el cepillo de dientes fuera de lugar.

Mis nadas me superaron; afortunadamente mis mañanas son solitarias y mi furia se desvanece así como llegó...  de repente.